El Metro de Panamá, la obra insigne del gobierno de Ricardo Martinelli, es una mala inversión para el país, según un informe divulgado por el Instituto Cato, un think tank con sede en Washington, D. C.; y de tendencia libertaria, dado a conocer el pasado miércoles.
El informe, de 19 páginas, destaca que el megaproyecto de 13.7 kilómetros de línea costará mil 800 millones de dólares. Para justificar esa inversión, se tendría que cobrar 15 dólares por cada pasajero, por recorrido, según cálculos de Cato. El Gobierno prometió subsidiar gran parte de la tarifa del pasaje, cifras que no han sido reveladas.
"Los costos de operación de la línea son tendencialmente más grandes que los ingresos por tarifas y los costos de mantenimiento del sistema crecerán hasta, al menos dentro de treinta años, al punto que la estructura vaya a necesitar reemplazos a un costo de 1 billón de dólares", señala un extracto del informe.
Aparte, Cato hace hincapié en la mala decisión del gobierno panameño al optar por un sistema ferroviario cuyas estimaciones de capacidad de transporte no se adaptan a la realidad, y plantea opciones más económicas que pudieron haberse implementado en la capital del istmo.
Los costos de mantenimiento para el sistema crecerán hasta que, después de unos 30 años, gran parte de la infraestructura tendrán que ser reemplazadas con un costo probable de más de mil millones de dólares.
El documento anota que el gobierno hizo la inversión supuestamente porque la ciudad de Panamá necesitaba un sistema ferroviario debido a la falta de capacidad de los autobuses para movilizar pasajeros, pero el gobierno ha diseñado y está construyendo un sistema de tren de baja capacidad que no va a ser capaz de mover más de 6 mil 400 personas por hora. En comparación, los autobuses pueden transportar más de 10 mil personas. La cifra crece a 17 mil pasajeros por hora, si se utilizan autobuses de dos pisos.
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