Para nadie es un secreto que la cacica de la comarca Ngäbe-Buglé, Silvia Carrera, considera a la minería y los proyectos hidroeléctricos como los dos grandes enemigos de su pueblo.
Carrera considera que esas actividades le roban a su comunidad: primero, el patrimonio que le dejarán a sus generaciones, y en segundo lugar, la fuente para la búsqueda de alimentación.
En la actualidad sus dos grandes cruzadas consisten en impedir la explotación minera dentro de la comarca, lo cual logró en 2012 luego de varias negociaciones, manifestaciones, arrestos, heridos y dos muertos.
Sin embargo, ella considera que la tarea pendiente es lograr que no siga la construcción del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, el cual se construye en el río Tabasará, fuera de los límites de la comarca, pero que Carrera insiste que afectará a por lo menos 36 mil personas.
Además, reitera que el Gobierno no respetó los acuerdos logrados en las negociaciones de febrero y marzo de 2012. Mientras que la administración del presidente Ricardo Martinelli enfatiza que sí los ha respetado y, como prueba de ello, le recuerda a Carrera que se aprobó la prohibición de las exploraciones mineras dentro de la comarca indígena.
LA POLÍTICA
A Carrera tampoco le gusta que le hablen de política, según contó en una entrevista con Prensa.com. Y mucho menos que le insinúen que podría correr como candidata a diputada por algún partido. Si tiene algo claro es que no se inscribirá ni en el partido Cambio Democrático, ni en el Revolucionario Democrático o Panameñista.
Asegura –a quien la quiera escuchar– que su compromiso es con la comarca y en lograr mejores condiciones de vida para ellos, especialmente en el tema educativo.
EL ORIGEN DE UNA LÍDER
¿Se ha preguntado cómo llega Carrera a uno de los puestos más importantes dentro de la administración de la comarca Ngäbe-Buglé? La respuesta es simple: Dice que le preocupa su pueblo y que siempre ha estado ligada a sus luchas, desde que era una adolescente.
Carrera, quien nació el 25 de septiembre de 1969, se convierte en la primera mujer cacica, en una zona donde las representantes del género femenino están supeditadas a la figura del hombre como jefe del hogar.
Es oriunda de Cerro Pelado, distrito de Ñürum. Tiene dos hijos. Sus padres son Juan Carrera González y Virginia Concepción. Es agricultora y se dedica a la artesanía de sombreros, chaquiras, vestuarios e indumentaria indígena.
Desde los 12 años se adhirió a la lucha por la comarca, primero, para lograr que se creará una ley que la demarcara y luego para darle autonomía e identidad a su población que ha vivido marginada.
Si bien no posee grado alguno de escolaridad confiesa que aprendió a leer y a escribir por esfuerzo propio, ya que no pudo acudir a un aula de clases.
Una vez se inscribió como candidata al cacicazgo general, caminó por las agrestes montañas, bajo el sol, entre el lodo y la lluvia, durante varios meses para buscar el voto entre sus paisanos.
NECESIDADES
La líder comarcal dijo que hoy día, cuando se han desarrollado algunas obras y proyectos dentro de la comarca, aún persisten altos niveles de mortalidad infantil y de adultos en general, porque en algunos puntos hay centros de salud que carecen hasta de acetaminofén. “No hay médicos, solo auxiliares de salud que en muy pocas ocasiones pueden salvar vidas, ya que no cuentan con equipo para hacerlo”.
En su recorrido por la comarca dice haber encontrado lugares tan distantes que le toman hasta dos y tres días llegar, para encontrarse “con que no hay educación en ellos” por falta de centros.
En el video que acompaña esta información escuchara a Carrera hablar sobre los temas que le preocupan. En la segunda parte de este trabajo periodístico conocerá la otra faceta de Carrera, esta vez como madre y abuela.
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Minería e hidroeléctricas, los dos enemigos de la cacica Silvia Carrera
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