LAGARTILLO, Los Santos.– Aunque las autoridades ya advirtieron que se puede consumir el agua en el río La Villa, la población aún tiene temor de tomarla, a pesar de los análisis que han divulgado las mismas.
Un ejemplo de esa desconfianza se pudo comprobar durante estos días que se celebra la novena, procesión y misas en honor a Santa Librada.
Los feligreses realizan sus recorridos desde diferentes puntos de la provincia de Los Santos o el resto del país con sus botellas de agua.
José Barrera, de la ciudad de Chitré, al momento que se encontraba en el Cruce de Sabana Grande rumbo hacia Las Tablas, a pagar una manda, llevaba en sus manos una botella con agua que compró en un comercio porque aún no se siente seguro de tomar la del río La Villa.
Igual que Barrera, otros feligreses de diferentes sectores también portaban en recipientes de plástico sus aguas y expresaron una opinión similar. Algunos pasaban por los negocios a orillas de las vías donde compraban el líquido.
Desde que se informó de la contaminación del río La Villa con atrazina la mayoría de las personas de otros distritos, que laboran en las instituciones estatales y privadas ubicadas en Las Tablas, todos los días llevan sus envases con agua.
SIGUE MONITOREO
En tanto, un comunicado del Ministerio de Salud (Minsa) indicó que se ha continuado con un monitoreo semanal de la calidad del agua en la región de Azuero y los resultados indican que se mantiene apta para consumo humano.
El Minsa recordó que como ente rector de la salud pública y del subsector de agua potable utiliza laboratorios institucionales de referencia como el del Instituto Especializado de Análisis de la Universidad de Panamá, que cuenta con las certificaciones necesarias para dar fe de que sus resultados son confiables.
Por otro lado, en el tema de los plaguicidas, específicamente el Laboratorio de Sanidad Vegetal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) cuenta con las certificaciones para el monitoreo y control de los plaguicidas, las cuales son necesarias para la evaluación de los alimentos, fundamentalmente los que son objeto de comercio internacional.
Agregó que el Laboratorio de Toxicología Forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses apoya en las acciones de monitoreo para garantizar la seguridad de la población.
También enfatizó que es fundamental contar con resultados de un mínimo de dos laboratorios independientes para la toma de decisiones en salud pública y destacó que el monitoreo de todos los laboratorios utilizados siguieron los procedimientos establecidos para la toma de muestras y la cadena de custodia correspondiente.
LUCHA
Por su parte, el sociólogo Milciades Pinzón, miembro del comité Salvemos el río La Villa, manifestó que la población tiene toda la razón de desconfiar porque con la reciente contaminación quedó demostrada la debilidad de las instituciones para detectar este tipo de situaciones.
Pinzón señaló que continuarán con la lucha porque el problema debe ser resuelto de raíz y recordó que también hay una concesión de exploración minera que abarca 3 mil 299.4 hectáreas ubicada en los corregimientos de La Pitaloza y La Mesa, que pasa por el río La Villa.